lunes, 29 de diciembre de 2008

un toque de serenidad

Haz lo opuesto
No se trata de llevar la contra a nadie, sino de complementar tu día ying con una dosis de yang (o al revés). Por ejemplo: Si estás todo el día encerrado, sal un rato al aire libre. Si trabajas en un lugar donde hay mucha gente busca unos minutos de soledad. Si permaneces mucho tiempo sentado lavántate y camina unos minutos.

"El cambio siempre llega con regalos bajo el brazo."
PRICE PRITCHETT

Relativiza tu vida
Buena parte del estrés que padecemos se debe a la tremenda importancia que otorgamos a lo que nos sucede, como si no hubiese otros problemas en este mundo. Piensa en las personas que padecen más que tú y la situación adquirirá una nueva perspectiva.

"No envidiemos a los que están situados por encima de nosotros; las cosas que parecían más excelsas se derrumbaron."
SENECA

jueves, 11 de diciembre de 2008

el perdon - segunda parte

Sanar las heridas emocionales
Perdonar no tiene nada que ver con aceptar el hecho perverso que nos hirió, ni ponernos a tiro de ser nuevamente lastimados. Sólo se trata de desvincularnos de manera genuina de nuestras heridas emocionales. Perdonando en silencio, intimamente, sin esperar que nadie lo comprenda. Perdonando no le hacemos un favor a quienes nos humillaron... los grandes beneficiados somos nosotros.
Perdonar nos permite soltar las heridas del pasado que nos provocan sufrimiento hoy. Perdonar significa contactarnos con nuestro auténtico Poder interior. Perdonando recomponemos nuestro cuerpo y suavizamos nuestros pensamientos y carácter.
Por supuesto que nuestro ego se resistirá una y otra vez mostrándonos al perdón como una señal de debilidad y una de las acciones menos atractivas de encarar. Pretender perdonar desde la mente es prácticamente imposible. La mente es territorio del ego. Abrirnos sinceramente a la posibilidad de perdonar nos contactará con nuestro corazón, que sí sabe perdonar.
El perdón de "boquilla", no tiene sentido. Es autoengañarse y casi siempre lo único que nos aporta es la auto decepción al darnos cuenta que el rencor sigue intacto aunque maquillado; tal vez por que sólo cumplimos con un acuerdo social, familiar o religioso.
Perdonar no significa que nos someteremos nuevamente al desequilibrio emocional de quien nos lastimó. Tampoco implica correr a abrazarlo. Si esta expresión de amor surge de manera natural, bienvenida sea. Si hay un sentimento genuino hacia esa persona, la relación crecerá. Si lo único que nos unía era nuestro rencor, el perdón nos liberará y continuaremos con nuestro camino con menos carga. Perdonar significa poder observar nuestros vínculos y relaciones con mayor claridad.
Cuando por orgullo nos negamos la posibilidad de perdonar, otorgamos poder sobre nuestras vidas a los demás mediante el rencor y el resentimiento.
Y para terminar ¿cómo hacerlo? Creo que una sincera y entera disposición a perdonar es suficiente. Nuestro Poder interior se encargará de guiarnos hacia nuestro objetivo.
Seguir obstinadamente aferrándonos a nuestros rencores y deseos de vengaza no tiene sentido. Parece ser que el amor es siempre la respuesta. Y uno de los caminos que conduce al amor es el perdón.

"A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho."
Jacinto Benavente

"Ellos son el primer motivo de todos tus problemas, son la principal causa de errores y fracasos, son como un cáncer que te corroe el alma. Perdona."
Nelson Tobon